El tejido vaquero es por excelencia el señor y dueño absoluto de las aceras. Por más que aparezcan en el radar nuevas tendencias siempre recurrimos a él. Y es que, ¿cómo no hacerlo? Es atemporal, versátil, se puede usar con cualquier cosa y soporta todas las estaciones. Sin embargo, al igual que otros básicos– como la camiseta blanca– del armario necesita actualizarse, y esta vez lo hace en tendencia, con una fórmula a prueba de fracaso: denim+denim. Estos meses el rey del casualwear vuelve a su versión original, azul (con matices para elegir), y se mezcla entre sí. Chaquetas, pantalones, faldas, camisas y hasta zapatos. Ninguna prenda se resiste.
Esta tendencia (casi) nueva –Britney Spears y Justin Timberlake la pusieron de moda en el 2001, cuando aparecieron sobre la red carpet de los American Music Awards con un total look a juego compuesto por diferentes prendas de denim– ha vuelto a estar en el ojo del huracán gracias a que famosas como Rihanna, Bella Hadid y Miranda Kerr, se han paseado por las calles de Nueva York con conjuntos a juego en los que viven otras tendencias como las prendas deshilachadas, rotas, descastadas o con parches.
Ya sea en su versión más predecible, pantalones y camisa de botones, o en otras más inspiradoras, esta tendencia se ha colado entre los must de estos meses, construyendo caminos que alimentan el mito de que el denim es el tejido inmortal.