Si eres de las que piensa que “si amas lo que haces, ni un solo día de tu vida lo considerarás trabajo”, eres de las mías. ¿Por qué? Sencillamente, porque es mi caso. Vivo esa frase al pie de la letra todos los días de mi vida. Amo la moda, la respiro, la siento, y para mi fortuna las personas con las que más disfruto estar, también; y mi reciente viaje a Barranquilla me demostró como todas las partes de mi mundo se complementan entre sí y no se excluyen de ninguna manera –¿díganme si no es una bendición?–. Ahí, en el mismo lugar de pisos de cuadros, de paredes blancas, y de postres de todos los colores, se dieron cita mis amigas, familiares y fashionistas de la ciudad, para conocer la colección otoño-invierno 16, de mi línea de carteras, Adriana Castro. ¡Felicidad total!.
La pastelería ‘La Ganache’ fue el lugar de encuentro para que las amantes del lujo se reunieran desde las 3 de la tarde. Durante 5 horas compartí con las asistentes, mientras disfrutamos de varios de los postres y pasteles más deliciosos del lugar –debo decir que es uno de mis preferidos en Barranquilla–, mientras ellas recorrían el espectacular pop up fabricado por Chía Dávila (Mácula Design), en el que se encontraba mi nueva propuesta de bolsos.
Esta nueva colección otoño-invierno 2016 de Adriana Castro tiene muchos referentes de mi últimos viajes. Se inspira en algunos paisajes africanos que tuve la oportunidad de recorrer en mi último viaje a Marruecos, de ahí me apropié de colores como el verde que tiñe los árboles y los marrones de las casas, la austeridad de la tierra, los cueros mate que circulan, fueron la inspiración perfecta para mezclar colores como el verde militar, y distintos matices del marrón. Aquí también reflejo mi amor por España. Me inspiré en la obra Guernica, de Pablo Picasso, que se encuentra en el Museo Reina Sofía, en Madrid, sobretodo en temas de color. De ahí aparecieron el blanco, el negro y los tonos grises que colorean algunas de las piezas de la propuesta de la próxima temporada. Lo interesante de esta nueva colección es que sigue combinando siluetas y texturas clásicas, pero con nuevas técnicas, estampados y acabados nuevos; además, hay un modelo nuevo: el Anka Satchel en versión mini.
Para el evento quería un outfit muy femenino y delicado, que contrastara con los tonos de la colección pero que fuera a juego con la esencia dulce del lugar, por eso escogí un vestido midi en colores candy, de Alexis; unos zapatos estilo Mary Jane de terciopelo en color vinotinto, de Aquazzura; y un clucth a juego, de mi firma homónima. Completé el look con ondas playeras suaves y un maquillaje natural.
Puedo decir que más que una tarde de trabajo, fue una tarde de chicas. ¿No lo creen?.
Besos a la moda,
Adriana Castro